Con inviernos amables y veranos frescos, Vancouver es uno de esos rincones del planeta donde todo el año se está bien, porque sus temperaturas nunca son ni muy muy, ni tan tan, como decimos acá. Por eso, sin importar la época del año, los viajeros siempre encuentran actividades para disfrutar esa combinación tan especial entre naturaleza y urbanismo cosmopolita. No sorprende que ésta sea la ciudad ideal para quienes disfrutan las actividades al aire libre, desde una caminata por el bosque hasta los deportes más extremos que ofrece la temporada invernal. Así que no importa la temporada del año que elijas, esta ciudad se disfruta y se vive todo el año.